En 1976, una junta militar dio un golpe de Estado en Argentina. La dictadura duraría hasta 1983. En esos siete años, se impuso un régimen de persecución a cualquier oposición al gobierno militar, a base de torturas, asesinatos y desapariciones. Hoy, hace 8 días que se cumplió el trigésimo aniversario de la asonada. Tras el fin de la dictadura militar, mientras miles de ciudadanos volvían al país tras el penoso exilio (qué triste es que tengas que marcharte de tu país porque tu pensamiento pueda suponer tu muerte), los primeros gobiernos de la democracia (en especial el de Carlos Menem) promulgaron leyes que garantizaban, de facto, la impunidad de los militares golpistas frente a delitos de genocidio, torturas, crímenes contra la humanidad y muchos otros. Recientemente, el gobierno argentino del presidente Néstor Kirchner ha derogado esas leyes, un acto de justicia con mayúsculas, aunque tardía. Los militares que todavía no han muerto pueden ser por fin condenados, y las miles de familias afectadas, al menos ver que los asesinos de sus familiares no se van de rositas al otro mundo (parece que los horrores de las dictaduras cada vez tardan menos en ser llevados a los tribunales).

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Madres de la Playa de Mayo
H.I.J.O.S. de la dictadura
Dictadura militar argentina (Gobierno argentino)
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