Creemos saber mucho sobre el petróleo, pero quizá sea menos de lo que pensamos. Seguro. Somos siervos de él, y lo seguiremos siendo por mucho tiempo. Sabemos que a las grandes potencias geopolíticas y muchas multinacionales del oro negro (algunas con beneficios superiores al PIB de unos cuantos países en desarrollo) les interesa mantener el status quo. Pero, ¿a nosotros no? ¿Cuántos están dispuestos a renunciar a nuestras comodidades? ¿dos, diez, cien? La pantalla desde la que lees esto está fabricada con derivados del petróleo. También la botella de agua que tienes al lado, que ha sido transportada gracias al petróleo y has traído a tu casa metida en una bolsa de plástico hecha con derivados del petróleo.
Como siempre, no podemos (no debemos) ser extremistas. Necesitamos el petróleo para evolucionar como sociedades, todo el planeta lo necesita. Sin embargo, no es aceptable que esas empresas que antes mencionaba boicoteen, retengan, aplacen en desarrollo de nuevas formas de obtener energía. No ya por motvos medioambientales y sociales (¿cuántos países productores de petróleo están al final de la lista de desarrollo de la UNEP?), sino porque ¿cuántos años más habrá disponibilidad de este recurso?

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