Había tenido ese sueño antes. Desde que comprendió que los acontecimientos le perseguían a él, y no al revés. Desde que ellos guardaban la ilusión, no su mente. Nada fue igual desde entonces; él entró en su vida, por su culpa. Sólo él mismo había sido el causante de convertirse en un espejo de lo que nunca quiso ser, un conformista de sueños (sus sueños) incumplidos. En definitiva, el causante de que él le arruinara la vida cuando admitió la existencia del abandono.
Se incorporó súbitamente, sudoroso. Había tenido ese sueño antes. Soñaba que se incorporaba bruscamente, empapado en sudor, ojeroso.
Aterrorizado.

Foto [Gutenberg]
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