13 mayo 2006

Manifiesto (III) en boca de sabio

Lo dijo uno que sabía escribir:

Yo quiero vivir en un mundo sin excomulgados. No excomulgaré a nadie (...). Quiero vivir en un mundo en que los seres sean solamente humanos, sin más titulos que ese, sin darse en la cabeza con una regla, con una palabra, con una etiqueta. Quiero que se pueda entrar a todas las iglesias, a todas las imprentas. Quiero que no esperen a nadie nunca más en la puerta de la alcaldía para detenerlo y expulsarlo (...). Quiero que la gran mayoría, la única mayoría, todos, puedan hablar, leer, escuchar, florecer. No entendí nunca la lucha sino para que ésta termine. No entendí nunca el rigor, sino para que el rigor no exista. He tomado un camino porque creo que ese camino nos lleva a la amabilidad duradera. Lucho por esa bondad ubicua, extensa, inexhaustible (...).

Extraído del libro Confieso que he vivido, de Pablo Neruda (1904-1973)
Nota: el comentario sobre las alcaldías no es aplicable a las de la Costa del Sol.

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