17 marzo 2006

Quién fuera Willy Fogg

Viaje optimista a la nostalgia... ¿No oís la música?

Soy Willy Fogg apostador
que se juega con honor
la vuelta al mundo.
Aventurero y gran señor
jugador y casi siempre ganador.
Aquí estoy, soy Rigodón;
yo Tico, el campeón:
yo soy Romy, dulce y fiel
y vivo enamorada de él.

La cuenta atrás ya comenzó
Llegaremos, sí o no.
Mi vuelta al mundo
va a empezar.

Son ochenta días son,
ochenta nada más,
para dar la vuelta al mundo.
Londres, Suez, también Hong Kong,
Bombay, Hawaii, Tijuana y Singapur.

Son ochenta días son
ochenta nada más
en barco, en elefante, en tren.
Ven, ven con nosotros, ven
lo pasaremos bien
Ven, ven con nosotros, ven
Lo pasaremos bien.

Dicen que la felicidad
es difícil de encontrar
pero no es cierto.
Qué divertido es ser feliz
si te sientes entre amigos de verdad.

Ya lo ves, qué fácil es
el truco es sonreir
aunque todo vaya mal
las cosas cambian al final.
Cada mañana al despertar
simplemente hay qué decir
qué divertido es ser feliz.

Son ochenta días son,
ochenta nada más,
para dar la vuelta al mundo.
Londres, Suez, también Hong Kong,

Bombay, Hawaii, Tijuana y Singapur.

Son ochenta días son
ochenta nada más
en barco, en elefante, en tren.
Ven, ven con nosotros, ven
lo pasaremos bien
Ven con nosotros, ven
Lo pasaremos bien.


16 marzo 2006

Energía en el ocaso

Es probable que los dos mejores momentos del día sean el amanecer y el atardecer. Instantes en que todo se relativiza para hacer protagonista al Sol y sus misteriosos devaneos.

Cierras los ojos y hueles la luz y ves el ruido del mar y la espuma de las horas perdidas se disuelve en la arena, dejando un marca que no se molesta en contar lo que le queda de vida.


El paisaje se fuga sin líneas que lo limiten. La marea envía su mensaje de provisionalidad de las cosas. Firmas tu contrato con el aire de lo fugaz y sin embargo, eterno.


PS- Fotos tomadas ayer tarde en la playa de Las Mimosas, Málaga.

PS2- No, no me he fumado nada raro.

14 marzo 2006

Nunca

Un alegato en contra de la guerra entre hermanos...

Brothers In Arms (Dire Straits, 1988)

These mist covered mountains
Are a home now for me
But my home is the lowlands
And always will be
Some day you'll return to
Your valleys and your farms
And you'll no longer burn
To be brothers in arms

Through these fields of destruction
Baptisms of fire
I've watched all your suffering
As the battles raged higher
And though they did hurt me so bad
I the fear and alarm
You did not desert me
My brothers in arms

There's so many different worlds
So many different suns
And we have just one world
But we live in different ones

Now the sun's gone to hell
And the moon's riding high
Let me bid you farewell
Every man has to die
But it's written in the starlight
And every line on your palm
We're fools to make war
On our brothers in arms

Amanecer y luz

Cuándo empezaré a vivir
en vida
La lógica carrera del devenir.

En la escalera espero sentado
Una brisa fría, cortante
Que me arranque de este sopor
Que enfoque mi mirada nublada,
abierta, oxidada.

Al despertar noto mi mano abierta
Mi brazo extendido apuntando al techo.
La luz viajera que filtra la duda
¿o es la duda la que filtra la luz?
Apaga la magia del olvido irreal.

13 marzo 2006

El amor, según Galeano

"El diagnóstico y la terapéutica", de Eduardo Galeano (extraído de "El libro de los abrazos", Ed. Siglo XXI)

Este es el texto que leí en la boda de Pau y Miriam. Una pequeña joya:

El amor es una enfermedad de las más jodidas y contagiosas. A los enfermos, cualquiera nos reconoce. Hondas ojeras delatan que jamás dormimos, despabilados noche tras noche por los abrazos, o por la ausencia de los abrazos, y padecemos fiebres devastadoras y sentimos una irresistible necesidad de decir estupideces.

El amor se puede provocar, dejando caer un puñadito de polvo de quereme, como al descuido, en el café o en la sopa o en el trago. Se puede provocar, pero no impedir. No lo impide el agua bendita, ni lo impide el polvo de hostia, tampoco el diente de ajo sirve para nada. El amor es sordo al verbo divino y al conjuro de las brujas. No hay decreto de gobierno que pueda con él, ni pócima capaz de evitarlo, aunque las vivanderas pregonen, en los mercados, infalibles brevajes con garantías y todo.

12 marzo 2006

Oro negro entre los dedos

"Syriana", de Stephen Gaghan

Creemos saber mucho sobre el petróleo, pero quizá sea menos de lo que pensamos. Seguro. Somos siervos de él, y lo seguiremos siendo por mucho tiempo. Sabemos que a las grandes potencias geopolíticas y muchas multinacionales del oro negro (algunas con beneficios superiores al PIB de unos cuantos países en desarrollo) les interesa mantener el status quo. Pero, ¿a nosotros no? ¿Cuántos están dispuestos a renunciar a nuestras comodidades? ¿dos, diez, cien? La pantalla desde la que lees esto está fabricada con derivados del petróleo. También la botella de agua que tienes al lado, que ha sido transportada gracias al petróleo y has traído a tu casa metida en una bolsa de plástico hecha con derivados del petróleo.

Como siempre, no podemos (no debemos) ser extremistas. Necesitamos el petróleo para evolucionar como sociedades, todo el planeta lo necesita. Sin embargo, no es aceptable que esas empresas que antes mencionaba boicoteen, retengan, aplacen en desarrollo de nuevas formas de obtener energía. No ya por motvos medioambientales y sociales (¿cuántos países productores de petróleo están al final de la lista de desarrollo de la UNEP?), sino porque ¿cuántos años más habrá disponibilidad de este recurso?

¿Cuántos conflictos, guerras, acuerdos en la sombra, muertos ha causado este recurso natural? Syriana, la película de Stephen Gaghan estrenada recientemente, hace un análisis directo, crudo, intenso y crítico sobre las implicaciones mundiales de nuestra dependencia del oro negro. Es una narración tan compleja como lo es la historia del petróleo. La historia pasada y la historia presente. Dinero, política, guerra sucia y ausencia de escrúpulos. Muy buenas interpretaciones (George Clooney, William Hurt) y buen guión. Id a verla y sorprendéos, pero antes dormid bien (¡por Júpiter!) porque hay que tener las orejas bien abiertas para comprender una parte de este entramado del que todos formamos parte.

11 marzo 2006

¿Quién se acuerda de Darfur?

"Darfur es un campo de batalla en el sentido convencional, un lugar cada vez más violento en el que los rebeldes decididos a derrocar al Gobierno se enfrentan a las tropas sudanesas. Pero es también un gigantesco escenario del crimen lleno de casquillos de bala y sospechosos huidos. En todo Darfur se producen agresiones, homicidios, violaciones y robos, pero en apariencia no hay casi nadie que intente en serio resolver los delitos" (Marc Lacey, The New York Times, 16 de febrero).

Sudán, el país más extenso de África (5 veces la superficie de España), alberga en su interior casi 600 etnias diferentes. El norte, proárabe, de mayoría musulmana, más desértico, alberga el Gobierno, situado en la capital del País, Jartum (donde convergen el Nilo Blanco y el Nilo Azul, antes de seguir su camino hacia Egipto). En el sur, más africano, con mucha más presencia cristiana, hay petróleo.

La intolerancia religiosa y étnica del norte-noreste hacia el sur-suroeste es una realidad desde hace muchos años, prácticamente desde la independencia del país (1956), y sobre todo desde el estallido de una guerra civil hace ya más de 20 años.

Pero en los últimos 2 años, el conflicto se ha recrudecido, provocando constantes violaciones de los derechos humanos, en especial por parte de las tropas y milicias gubernamentales. Hay miles de muertos, y casi dos millones de desplazados. Atención a la cifra: dos millones. Dos millones de personas que han tenido que dejar su hogar y sus pocas pertenencias al verse perseguidos por ser su piel más oscura que la de sus compatriotas del este (aunque el término compatriota es muy discutible, porque... ¿quiénes son compatriotas en un lugar en que las potencias europeas crearon fronteras totalmente artificiales? ¿Es eso una nación? ¿Es un estado?).

¿Dónde está la ONU? Lobatón, ¡¡vuelve!!

Darfur apenas merece un pequeño artículo cada semana, o cada mes, en los periódicos. Aparentemente (vista la reciente gira de la vicepresidenta por África), el Gobierno español quiere prestar un poco más de atención al continente. ¿Recibirá Zapatero al dictador Obiang, de Guinea Ecuatorial (antigua colonia española), represor, como lo hizo en su día Aznar, con alfombra roja?

Nadie se acuerda ya de Darfur.


PS. Recomiendo ver la película "El jardinero fiel", de Fernando Meirelles. Magnífico reflejo de una realidad escondida.

Genial

Recomiendo encarecidamente que escuchéis este "notición" de Gomaespuma. Tremendo. Os dejo el vínculo:

Cómo darse de baja de un servicio de ADSL, según Gomaespuma.

Nación o estado. Un, dos, tres, responda otra vez

Mucho de lo que hablar sobre el tema nación-estado. Dice Josep Fontana en El País (15 de febrero):

"Nada puede ser más nefasto que confundir la idea del "Estado", una comunidad de ciudadanos libres, iguales en derechos y en deberes, ligados al gobierno por un pacto social que se renueva en cada votación general, con la de la "nación", un concepto de identidad cultural que ninguna ley -ni constitución, ni estatuto- puede imponer o prohibir, porque pertenece al dominio de la conciencia"

Y el Diccionario de la RAE establece las siguientes definiciones:
Estado: Conjunto de los órganos de gobierno de un país soberano.
Nación: 1/ Conjunto de los habitantes de un país regido por el mismo gobierno; 2/ Territorio de ese país; 3/ Conjunto de personas de un mismo origen y que generalmente hablan un mismo idioma y tienen una tradición común.
País: Nación, región, provincia o territorio.


Todo depende del color del cristal con que se mira... pero en mi opinión, hay mucho ruido inneceario con este tema. Afortunadamente, parece que últimamente impera el silencio (al fin).

Proletariado

He comenzado a leer "Marginal", de Émile Zola (más que nada para que Pachi y Laura, que me lo regalaron, no me den más la coña :-)).

La acción transcurre en la Francia de mediados-finales del siglo XIX y narra la historia de Étienne, trabajador de una mina de hulla, en lo que se supone (paciencia, leñe, que acabo de empezarlo) uno de los grandes alegatos de la literatura a favor de los oprimidos. Os dejo un parrafito, para abrir boca:

"Los picadores (...), tumbados de costado, golpeaban con fuerza, sólo tenían la idea fija de completar un buen número de vagonetas. En medio de aquél deseo de beneficios disputados con tanta dureza, todo desaparecía. Dejaban de sentir el agua que chorreaba por sus miembros y los hinchaba, los calambres provocados por las posturas forzadas, la asfixia de las tinieblas, donde iban palideciendo como plantas puestas en una bodega. Sin embargo, a medida que avanzaba la jornada, el aire se envenenaba más, se calentaba con el humo de las lámparas, con la pestilencia de los alientos, con la asfixia del grisú, pesando sobre los ojos como telas de arañas que sólo conseguiría barrer la ventilación de la noche. En el fondo de su topera, bajo el peso de la tierra, casi sin aliento en sus pechos abrasados, seguían picando."

Y luego nos quejamos... Creo que se van a cumplir las expectativas literarias.

"Los detectives salvajes", de Roberto Bolaño

Un libro que cayó en mis manos por casualidad, como tantos otros. ¿Pero, existen las casualidades? Eso, para otro día. Me lo recomendó Mara unos pocos cientos de veces, y acabé por picar un buen día de la pasada navidad.

Como pasa con los libros de los que no has oído hablar, abres sus páginas con la ilusión de encontrar algo nuevo, incluso revolucionario.

Bolaño juega con la costumbre del lector a apoyarse sobre el argumento del libro, a buscar una razón de fondo, una historia sólida, potente, amena. En cambio, él deja la novela en manos de los personajes, exclusivamente. Construye una historia coral, densa e incluso alocada, que transcurre durante 20 años en varios lugares del mundo. Por ellos pasan los dos protagonistas principales del libro, Arturo Belano y Ulises Lima. Sus conocidos relatan las aventuras dispares, a veces surreales, que viven en su continua búsqueda de referentes, tras huir de unos hechos que el lector sólo conocerá al final de la historia.

Lo mejor de la novela son los individuos que la pueblan, descritos magistralmente por Bolaño, que les dota de una personalidad propia, reflejada en su forma de actuar, de ser y, sobre todo, de expresarse. Quizá cuesta un poco acostumbrarse a la ausencia de un argumento definido, al estilo clásico, pero el novelista deja situaciones divertidas y un alarde de imaginación muy notable para nuestro disfrute.

10 marzo 2006

Un, dos, tres, probando

Hola a todos...

Tras un tiempo ya largo pensando en publicar un diario en la red, hoy comienzan las emisiones de esta página que no pretende ser nada más (ni menos) que el reflejo de una mente inquieta que necesita un lugar donde plasmar algunos de los pensamientos (tranquilos, no son tan profundos) que acechan mi mente cada día. Estáis todos bienvenidos a aportar lo que queráis: textos, opiniones, saludos, sugerencias. Se aceptan ironías mordaces, que seguro que las habrá (ya estoy pensando en alguno/a conocido/a).

Seguramente, todo lo que escriba sea pensando en cosas, y sobre todo personas, cercanas a mí de una u otra manera. Amigos. Por ello, imagino que serán también ellos los que lo lean, aunque esta página esta (y estará) siempre abierta a todo visitante desconocido que quiera mostrarse, opinar, reir, irse de cañas o incluso batirse en duelo (¡jar!) con un servidor.

No me puedo ir sin mencionar a las personas que más me han animado (sin ellos saberlo) a comenzar finalmente este diario: Víctor, primero, y Lakshmi, después. Ambos tienen unos blogs estupendos (el de Víctor un poco abandonado últimamente, pero no importa). Os recomiento echarles un vistazo, en la sección Enlaces (Links).

Saludos a todos y bienvenidos. Os dejo con las palabras de Ernesto Cardenal y su Cántico cósmico (no os lo toméis a pecho :-):

¿Qué hay en una estrella? Nosotros mismos.
Todos los elementos de nuestro cuerpo y del planeta
estuvieron en las entrañas de una estrella.
Somos polvo de estrellas.

Guillermo


Aurora boreal.
Río Chandalar, Alaska, USA.
Fuente: National Geographic